El caos tiende al orden

“Los momentos de crisis sin duda, son inesperados y ponen patas arriba nuestra estabilidad y la de quien nos rodea, pero de ello podemos sacar lo mejor de nosotros.

Un 19 de marzo, tras largos días pensando cuándo sería el momento en el que me llamarían para poder prestar mis servicios como enfermera, un número largo sonaba varias veces. No tardé en cogerlo, sabía para qué era y con los nervios que generan esas llamadas de teléfono porque no sabes dónde vas a ir, ni en qué lugar vas a estar sentí consuelo y miedo a la vez.

Por un lado, el consuelo por sentirme útil. Diría que es algo parecido a un soldado, cuando lo llaman para una misión y aquí comenzaba la mía.

Por otra parte, el miedo recorría mi cuerpo, sabía cómo estaba la situación, pero nunca imaginé a lo que nos podíamos enfrentar, un monstruo y nosotros sin escudos.

Los cambios son constantes, la incertidumbre recorre los pasillos de los hospitales y se apodera de nosotras, pero es así (desgraciada o afortunadamente) cuando sacamos lo mejor de nosotros, también lo peor pero me quedaré con lo primero a pesar de que todo construya.

Yo hoy decido salir de esto reforzada y somos únicamente nosotros mismos quienes lo podemos hacer.

Decido convertir todo esto en cosas potencialmente positivas, porque el compañerismo existe, porque el trabajo en equipo es esencial, porque las sonrisas de nuestros pacientes son el aliento que me llevo a casa cada día y me dan fuerzas para seguir. Porque es en estas situaciones donde paradójicamente y haciendo referencia a la entropía “El caos tiende al orden”. O eso espero.”