Como una montaña rusa

Me siento como una montaña rusa de emociones. Pero la que tengo hoy a flor de piel y la comparto aquí es la de impotencia. Ayer saliendo de la noche me cambié con mi compañera que trabaja en la unidad de coronavirus y tenía una UPP de grado II en la nariz de las gafas. Se la veía agotada y desbordada después de 10 h sin comer, ni beber, ni nada. Y yo no podía acercarme físicamente. Tengo ese momento clavado y no se me va. Lo expreso aquí porque si lo digo fuera de aquí, siento que no voy a ayudar a estar tranquila a mi familia ni amigos.